LOSE fue una figura clave en el graffiti en trenes de Madrid, pero no se limitó a la capital de España, sino que lo hizo por todo el país y gran parte de Europa. Incluso, llegó a pintar en Moscú, El Cairo o Nueva York.
Dicen que fue tan legendario como lo fue Muelle en los 80.
Con más de 20 años pintando trenes por todo el mundo, LOSE se convirtió en una figura de referencia en el movimiento, por su destreza, por la calidad de sus piezas, por su audacia y, sobre todo, por su incansable dedicación. Fue tal su actividad que se le consideró el escritor con mayor superficie de tren pintada en España, pero no sólo hizo eso.
Los inicios de LOSE.
LOSE comenzó en el graffiti de adolescente, en el año 1995, aunque como muchos chavales de la época, tan sólo pintaba con rotuladores. Poco a poco se fue iniciando, hasta que en el 97 pintó su primera pieza en un muro. En esos años pintaba con gente de su barrio, pero fue ampliando su círculo del graffiti, primero por otros barrios, luego por toda la ciudad.
Sin embargo, pronto se dio cuenta que pintar muros no era lo suyo, se aburría, buscaba algo más, una inyección de adrenalina. Así que en 1999 pintó su primer tren, su primera chapa, y desde ahí nunca pudo parar. De hecho, hasta tenía tatuado un vagón de tren en un brazo para no olvidar nunca quién era.
La primera vez que pintó un tren lo hizo junto a GOES en la antigua cochera de Chamartín, en Madrid. Como él mismo dijo: fue una mezcla de frío, nervios, olor a pintura y adrenalina. La combinación que estaba buscando. Fue la mejor experiencia de su vida hasta la fecha y la puerta a todas las que vendrían después.
Inspiración de LOSE y sus crews.
Podemos decir que el graffiti era parte de LOSE, al igual que LOSE ha sido clave en el graffiti.
Estar dentro del graffiti le permitió superar dificultades, viajar, conocer a gente por todo el mundo, crear otro estilo de vida basado en el graffiti para buscar nuevos retos, nuevos desafíos.
Sus primeros referentes fueron los primeros escritores de Nueva York, destacando Seen, del que ya te hemos hablado en el canal. En España, le gustaba mucho Sha, al que destacaba por su forma de ver el graffiti en trenes y del que había visto numerosas fotos de chapas, de trenes de Madrid pintados.
LOSE comenzó con la crew de los TNT, porque fueron los primeros con los que empezó a pintar trenes, pero ese grupo se fue disolviendo poco a poco… hasta que conoció a los BGS, en su mayor parte proveniente de Suiza, que iban a Madrid a pintar el metro de Madrid.
La conexión entre LOSE y los BGS surgió rápidamente y tras numerosas visitas del grupo a Madrid decidieron unirse, quedando los TNT y BGS en un mismo crew.
El palancazo.
LOSE fue célebre por el uso que hacía del llamado “palancazo”, surgido a mitad de los años 90 en Madrid. Básicamente, consistía en accionar la palanca de emergencia para parar el tren durante 15 minutos y poder pintarlo. Incluso se pintaba el techo gracias a las escaleras de emergencia que se encontraban debajo de los asientos de algunos vagones
El método se fue perfeccionando con el tiempo y LOSE fue una estrella en eso.
Primero había que estudiar bien el terreno, el metro, las paradas, las salidas, las vías de escape, tras eso palancazo y al abordaje del tren. En muchos casos, en mitad de un túnel escapando por los respiraderos, en otros incluso los paraban en la estación para luego salir corriendo por las vías, túneles o el propio andén.
Al palancazo uníamos las misiones que planificaba con todo detalle, ya fuera entrando por un hueco o entrando descolgándose por unos cables de electricidad que daban a una cochera con vagones de metro.
En algunas misiones llegaban a juntarse hasta 20 personas en Madrid para hacer un palancazo y pintar el metro completo.
Pese a su actividad pintando trenes y lo que pudiera parecer, LOSE era un escritor elegante, de los que no buscaba la confrontación. Si podía entrar y salir sin llamar la atención, mucho mejor. Además, que era más bien bajito y tímido, pero con un físico atlético, preparado para cualquier reacción rápida. Correr, escalar o subir rápido unas escaleras eran sus armas.
La detención de LOSE.
Su relación con el graffiti iba en aumento, incluso varios de sus compañeros, le decían que estaba enfermo con el tema. Ya en 2013 llevaba pintados más de 500 vagones de metro y era considerado el escritor con mayor número de metros de tren pintados en España… pero eso no le libró de que a finales de 2013 lo pillaran en acción y lo detuvieran.
Pese a que hubo imágenes de la actuación, tanto suya como de sus compañeros de misión, no se le pudo identificar correctamente y lo dejaron ir en libertad con cargos con daños causados que ascendían a 31.000 euros. El vídeo que difundió el Metro de Madrid y la aparición de la noticia en la prensa hizo crecer aún más el mito de LOSE.
Sin embargo, eso no paró a LOSE, que siguió pintando trenes incansablemente.
Pintando trenes por el mundo.
Su actividad fuera de Madrid fue también muy destacada, llegándose a decir que nadie en Europa hizo tantos trenes como él.
Tras el contacto con personas que venían a Madrid le hizo pensar que él podía hacer lo propio en otros países, así que comenzó a viajar, primero por Europa, luego por el mundo
Lo que hacía LOSE diferente era que el sufrimiento para llegar a hacerse una pieza en un tren o metro de donde fuera no iba a ser un impedimento, aunque tuviera que dormir en la calle, apenas comer o no tener dinero para moverse y tener que recurrir al autostop donde fuera.
Lo bueno de estas misiones es que su fama había trascendido fronteras y en muchos casos contaba con la ayuda de escritores locales que le servían de apoyo logístico para las misiones.
LOSE pintó prácticamente por toda Europa, de Londres y Oslo a Copenhague pasando por Atenas, diversas ciudades de Italia, Rumanía, hasta llegar a Moscú. Luego llegarían misiones y aventuras en El Cairo e incluso en Nueva York.
La amistad de LOSE con Pérez Reverte.
A tal punto llegó su leyenda que el famoso escritor español Arturo Pérez Reverte hizo amistad con él por servirle de referencia en su novela “El Francotirador paciente”. Además, Pérez-Reverte llegó a decir de él:
Pintar trenes y metros era la pasión de su vida, tenía el cuerpo tatuado con ellos. Una de mis novelas le debe mucho.
LOSE viajaba a sitios desconocidos, dormía donde podía, recorría túneles oscuros, escalaba muros o tejados, se infiltraba en lugares peligrosos e incluso se jugaba la vida, todo con un único objetivo: pintar.
El fallecimiento.
Sin embargo, en 2021 la desgracia le llegó y LOSE falleció. No fue pintando, ni arrollado por un tren, como tristemente se podía esperar tras más de 20 años pintando.
LOSE falleció a los 39 años en Madrid tras colisionar con su moto contra un autobús.
Pérez Reverte le dedicó un emotivo hilo en Twitter informando sobre su amistad y con algunas anécdotas, lo que usaron los medios generalistas para publicar la noticia.
El día de su funeral, compañeros y amigos fueron a despedirse de Lose en el Tanatorio Sur de Madrid, incluido el jefe de seguridad del metro de Madrid, que se presentó para expresar sus condolencias. Se había ido LOSE, había nacido la leyenda.
Desde entonces no han parado de sucederse los homenaje a su figura, con escritores de todo el mundo pintando LOSE en los trenes y muros de todo el mundo.
Descansa en Paz, LOSE. Muchos trenes, mucha diversión.
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